REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS
ESPECIALIZACIÓN EN EDUCACIÓN INICIAL
DESARROLLO INTEGRAL DE 0 A 3 AÑOS
ALUMNA: INDHIRA RENGIFO PROFESORA: DORYS ALLEYNE
LA NEUROCIENCIA Y SUS APORTES A LA
EDUCACIÓN INICIAL
La Secretaria Nacional de
la Familia de El Salvador (2001) destaca que la neurociencia estudia el sistema
nervioso, avances sobre el pensamiento, emoción y conducta humana. Durante el
desarrollo temprano del cerebro, los genes promueven a que las neuronas formen
miles de millones y millones de conexiones sinápticas. Las conexiones útiles
son mantenidas o agregadas en donde otras frecuentemente desaparecen.
Bransford (2003) expone
que la tarea central de las llamadas “neurociencias” es la de explicar como es
que actúan millones de células nerviosas individuales en el encéfalo para
producir la conducta y cómo, a su vez, estas células están influidas por el
medioambiente, incluyendo la conducta de otros individuos.
La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, OECD en inglés, (2003) publicó un
informe con los siguientes criterios:
a)
La
popularidad de una pretensión neurocientífica no necesariamente implica su
validez.
b)
La metodología y la tecnología de la neurociencia
cognoscitiva son todavía actividades en progreso.
c)
El
aprendizaje no está completamente bajo control de la conciencia o de la
voluntad.
d)
El
cerebro sufre cambios naturales en su desarrollo a lo largo de la vida.
e)
Mucha
de la investigación en la neurociencia cognoscitiva se ha dirigido a entender o
atender las patologías relacionadas con el cerebro.
f)
Una
ciencia adecuada del aprendizaje considera los factores emocionales y sociales
además de los cognoscitivos.
g)
SI
bien la educación basada en la ciencia del aprendizaje, y en el cerebro apenas
empieza, se han alcanzado logros importantes.
En consonancia con lo
anteriormente señalado se debe tener claro que debemos crear ambientes de
aprendizaje que no parezcan que hacemos un experimento, Robinson (2003) expresa
que “los adultos en realidad no deben hacer nada muy especial. Un medio rico
para los bebés significa adultos afectuosos, que son empáticos y responsables
de sus necesidades, que se tomen el tiempo para hablar, cantar y jugar con ellos”.
Battro (2002) dice que hay
quiénes hablan de Neuroeducación, entendida como el desarrollo de la neuromente
durante la escolarización y no como un híbrido entre la neurociencia y las
ciencias de la educación, sino como una nueva composición original, asimismo
debería ser catalogada la Neurodidáctica que de acuerdo con Preiss (2003)
señala que "es una disciplina que parte de la capacidad de aprendizaje de
la especie humana e intenta encontrar las condiciones para que su desarrollo
sea óptimo. La idea clave es la convicción de la existencia de una intima
relación entre la plasticidad del cerebro y la capacidad de aprendizaje".
En este sentido, Westerhoff (2010) menciona que la misión de la neurodidáctica
sería orientar los saberes de la neurobiología hacia la didáctica y ponerlo en
práctica en el proceso de enseñanza - aprendizaje del ser humano. En resumen,
la idea del concepto es que "los niños deben aprender teniendo en cuenta
su cerebro".
Friedrich y Preiss (2003)
expresan que el gran principio fundamental de la Neurodidáctica es “hacer que
los infantes aprendan en consonancia con sus dotes y talentos”. Además agregan
que se sabe que las condiciones cognitivas previas están genéticamente dadas
sólo en potencia y se pueden desarrollar en una interacción con el entorno, es
decir por el aprendizaje. Afirman que “Cada niño posee su propio repertorio de
posibilidades de desarrollo, tiene sus talentos peculiares, pero también sus
limitaciones”, y que “La curiosidad infantil, que muchas veces parece
insaciable, no es, pues, arbitraria y sin propósito, sino que está dirigida por
las dotes personales”.
Siguiendo con los mismos
autores, señalan que los niños son los que mas y mejor aprenden, el ser humano
está siempre en permanente aprendizaje
porque las sinapsis habilitadas se refuerzan o debilitan por medio de nuevos
estímulos, vivencias, pensamientos y acciones; sin embargo, la etapa en la que
las conexiones neuronales se forman en mayor cantidad y donde hay mayor
plasticidad a nuevas situaciones, es en la primera infancia. Aseguran que la
corteza cerebral se ocupa de aprender de lo exterior, sobre todo cuando se
relaciona con los aprendizajes que ya posee. Cuántos más datos acertados se
dan, mejor se graba lo nuevo. Es decir, aprender constituye un proceso de autoimpulso:
cuanto mas se sabe algo, más rápidamente se progresa en ese ámbito.
El éxito de la Neurodidáctica puede estar en lograr reunir a las
propuestas psicológicas y pedagógicas que mejor se adapten a los nuevos
descubrimientos de la Neurociencia y desde allí continuar innovando estrategias
de enseñanza y aprendizaje que potencien el desarrollo cerebral, de acuerdo con
lo que ya conocemos acerca de éste y ajustándonos en el camino a los múltiples hallazgos que
vendrán.
Ibarra (1997) expresa que
cuando se aprende algo por primera vez, se hace lentamente con cierto ritmo,
pero cuando se activan repetidamente las neuronas, se produce más mielina, la
que incrementa la velocidad de la transmisión y se agiliza ese aprendizaje.
Friedrich y Preiss (2003) exponen que cuando no se pŕoduce un aprendizaje, cabe
buscar una nueva forma de hacerlo, lo que es más fácil para el cerebro, que
reforzar conexiones defectuosas por situaciones no entendidas y memorizadas a
la fuerza. El buen aprendizaje aumenta la dopamina (molécula transmisora)
produciendo un sentimiento de felicidad que refuerza a la persona, lo que es
diferente a la sensación de frustración.
Además asegura Ibarra
(1997) que el sistema emocional es el que decide que estímulos son importantes
y valiosos, a través del sistema límbico.
Por tanto, los sentimientos pueden fomentar el aprendizaje en la medida
que se intensifica la actividad de las redes neuronales y refuerza las
conexiones sinápticas. Las informaciones a las que el sistema límbico ha
impreso un sello emocional, se graban profundamente y perdurablemente en la
memoria. A mayor emoción en el aprendizaje, mayor integración y recuerdo de
éste.
Después de toda la
información anteriormente expuesta hay que tener en cuenta que el trabajo
educativo en la Educación Inicial se debe perfilar como un todo integral y
armónico, donde en el aula se ratifican muchas perspectivas y se fortifican
otros principios y criterios. Peralta (2004) aclara que el rol de los padres
sigue siendo insustituible, este rol debe ser potenciado y apoyado por los
educadores con orientaciones que los empodere en sus conocimientos y amplíen
sus prácticas educativas cotidianas. Por lo tanto debe existir una sincronía
entre padres comprometidos y el desarrollo de sus hijos. Nash (1999) señala “los padres son los primeros y más
importantes maestros del cerebro”
Peralta (2004) asegura ciertas condiciones fundamentales
de los niños en función al aprendizaje:
Salud
en general adecuada, nutrición integral y equilibrada.
Una
adecuada alternancia entre períodos de vigilia y sueño.
Carencia
de estrés.
Ambientes
saludables, seguros e iluminados.
Promover
la activación de ambos hemisferios cerebrales.
La
observación atenta de diferentes “señales que manifiesten los niños”.
En
todo momento: hablarles, cantarles, leerles, hacerles juegos corporales y
verbales, reiterando así situaciones de aprendizaje.
Estimularlos
a ser permanentes exploradores en ambientes seguros e interesantes.
Establecerles
reglas claras y consistentes.
Proveerles
situaciones que in viten al descubrimiento, asombro, a solucionar pequeños
problemas prácticos con diversos materiales.
Estas condiciones
señaladas son esenciales, ya que el cuidado que se tenga en los primeros años
de vida incluyendo primordialmente la nutrición son decisivas tienen un efecto
a largo plazo en como se desarrollarán en el futuro como personas incluyendo su
habilidad para aprender y su capacidad para regular sus emociones.
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