Caracas,
04 de junio de 2016
Instituto
Pedagógico de Caracas
Integrantes:
Kleivis Manrique C.I.: 19.401.905
Sarais Ramírez C.I.: 21.535.186
Cátedra:
Neurociencias, Diversidad e Inclusión. Sección: 001
Educación y Diversidad. Reflexiones e
Implicaciones Metodológicas. Inclusión e Integración Social
Nadie tiene más influencia en el
crecimiento de un niño o de una niña que sus padres y familiares, pero el
sistema educativo y las escuelas están en segundo lugar. Para avanzar en este ámbito
educativo, se necesita saber más que escribir, leer, sumar o multiplicar. Por
supuesto, el enfoque de la educación es enseñar en el aula y los diversos temas
de estudio, pero al mismo tiempo, el sistema educativo tiene que prestar atención
a la educación experimental fuera del ámbito académico. La diversidad es un
aspecto del ambiente educativo de gran importancia por lo que ofrece a los
estudiantes en el aula y fuera del aula.
En general, la diversidad es definida
como la variedad, puntos de diferencia, y puede referirse a cualquiera cosa. En
el contexto del sistema educativo, la diversidad se presenta en las culturas,
orígenes étnicos, razas, y los niveles socioeconómicos del estudiantado y el profesorado.
Con una población diversa, se puede aprender de gente y culturas aparte de las propias,
lo cual abre los ojos y las mentes de esa población a la gran variedad de gente
que existe en este planeta. Ojalá que, con esta exposición, se crea un ambiente
sin prejuicios, de tolerancia y comprensión. El conocimiento de muchas culturas
puede servir bien en evadir una falta de respeto cultural en su formación
académica, y también luego en la oficina de trabajo. La diversidad le enseña a
un estudiante a pensar en y mirar todas esas otras diferentes perspectivas, además
de propia inmediata perspectiva.
Al inicio de los tiempos educativos se
evaluaba al grupo de estudiantes de manera homogénea y no se consideraban las
necesidades e intereses individuales de los niños y niñas así como tampoco se
llevaba un diagnóstico inicial. Asimismo el proceso evaluativo ni el resultado
final se evaluaban. Se agrupaban a todos los niños de acuerdo al nivel de
rendimiento, después de ello se realizaban test y de acuerdo con los resultados
obtenidos los agrupaban en subgrupos. Mientras que en la actualidad se toma en
cuenta las necesidades e intereses de los niños y niñas, así como también el
contexto es de gran importancia y relevancia para el desarrollo integral del
niño y de la niña así como también es importante para el proceso de enseñanza y
aprendizaje de cada niño y niña como ser individual y social.
De igual forma debe existir una inclusión
familiar y comunitaria hacia la escuela y viceversa. La importancia del diagnóstico
aparte de obtener una observación de lo que transmite el niño y/o la niña es el
planificar una serie de actividades y/o estrategias para detectar, intuir e
incluso prevenir.
Es un hecho, que la rapidez de los
cambios sociales, económicos, culturales y tecnológicos plantean nuevas exigencias
que obligan a los sistemas educativos a una renovación constante para dar
respuesta a las demandas y necesidades de las personas y de las sociedades. En
este marco, las innovaciones educativas se presentan como un espacio crucial
para anticipar respuestas a nuevos desafíos y generar nuevas soluciones a los
temas pendientes.
Las iniciativas en educación de hoy
en día comprenden un rango aún más amplio de categorías y prácticas. Inicialmente,
las políticas de acción afirmativa y oportunidad equitativa reconocieron la
raza, religión, género, color, etnicidad y origen nacional. Desde la década de
los ochenta, los asuntos se han expandido para incluir categorías como
habilidad, orientación sexual y estilos de aprendizaje. La práctica educativa
ha ido más allá brindando acceso a grupos minoritarios. Actualmente, muchos
educadores están discutiendo maneras de revisar estrategias de enseñanza de
modo que los métodos sean más inclusivos. Las prácticas de diversidad también
están respondiendo a nuevos desarrollos en educación como la investigación
sobre estudiantes con dificultades para el aprendizaje. Por ejemplo, el
movimiento hacia estrategias de instrucción diferenciadas tiene como objetivo atender
a la diversidad de estilos de aprendizaje en el aula.
Desde la niñez hasta la adultez, la
comunidad se ve cambiando y crece más allá de sus alrededores inmediatos hasta
llegar a la comunidad global. Para mejorar el desarrollo y la función de la
comunidad global necesitamos erradicar el desconocimiento de ciertas cosas y/o
temas. Como miembros de la comunidad global, necesitamos estar conscientes de
las diferencias entre nosotros para mejorar el mundo. No hay mejor método de
ayudar esa causa que empezar temprano y prestar atención a la importancia de la
diversidad en los sistemas educativos.
Semánticamente, incluir e integrar
tienen significados muy parecidos, lo que hace que muchas personas utilicen
estos verbos indistintamente. Sin embargo, en los movimientos sociales,
inclusión e integración representan filosofías totalmente diferentes, aun
cuando tengan objetivos aparentemente iguales, es decir, la inserción de las
personas con discapacidad en la sociedad.
La escuela inclusiva se construye
sobre la participación y los acuerdos de todos los agentes educativos que en
ella confluyen. Asimismo considera el proceso de aprendizaje del alumnado como
la consecuencia de su inclusión en el centro escolar. Surge de una dimensión
educativa cuyo objetivo se dirige a superar las barreras con las que algunos
alumnos y alumnas se encuentran en el momento de llevar a cabo el recorrido
escolar.
Con una escuela inclusiva se trata de
lograr el reconocimiento del derecho que todos tienen tanto a ser reconocidos,
como a reconocerse a sí mismos como miembros de la comunidad educativa a la que
pertenecen, cualquiera que sea su medio social, su cultura de origen, su ideología,
el sexo, la etnia o situaciones personales derivadas de una discapacidad
física, intelectual, sensorial o de la sobredotación intelectual.
¿Qué se propone en estas escuelas? Se
propone el desarrollo de la convivencia que se realiza a través del diálogo.
Los conflictos se transforman en una oportunidad para el desarrollo personal y
social para los niños y niñas, porque permite la aproximación entre los agentes
en conflicto y el desarrollo de su aprendizaje.
Para llevar a la práctica en la
escuela un modelo que potencie la educación inclusiva es necesario que todo el
personal educativo, en especial los profesores, tengan una visión y una actitud
positiva acerca de la inclusión. Si no se da el caso, el desarrollar dicho
modelo será bastante complicado. Por tanto, una de las premisas fundamentales
que se deben cumplir para que el modelo se desarrolle de manera adecuada es que
se dé una implicación activa del profesorado y la comunidad educativa en
general.
Si como futuras docentes nos planteamos
que la atención de determinados alumnos puede entorpecer o retroceder el avance
del resto de los niños y niñas, estaremos trabajando desde una lógica
claramente excluyente. Desde un modelo inclusivo, hemos de preguntarnos cómo
atender a todo el alumnado, no cómo atender a unos u otros. En este sentido se
apoya la premisa de Michael Fullan y Andy Hargreaves, estableciendo que merece
la pena luchar para que las escuelas sean lugares cada vez mejores en los que
enseñar y aprender.
Cuando no se tienen en cuenta las
diferentes necesidades y ofrecemos a todos lo mismo, no hacemos sino ignorar la
diversidad generando aún más desigualdad. Esto nos lleva necesariamente a
buscar las herramientas que den la oportunidad de participar a todos, de
desarrollar capacidades comunes por diferentes vías, porque si no estaremos
favoreciendo a unas personas sobre otras.
El intelectual transformativo es el
docente que busca crear espacios donde todos tengan las mismas posibilidades,
tanto dentro del colegio como fuera de él. Es un profesional comprometido con
la lucha por la creación de una escuela para todos. No obstante, la innovación
educativa es al mismo tiempo una amenaza y un desafío para los docentes de la
escuela. Principalmente porque las medidas de las instituciones educativas
denotan poca confianza en las capacidades del profesorado. Muestra de ello es
el diseño curricular vigente en nuestras escuelas. Es un currículum técnico que
define qué, cómo, cuándo y por qué hay que enseñar. El docente se convierte así
en un técnico ejecutor de las directrices prefijadas. Aunque el discurso
legislativo afirme que el profesor es autónomo, después se le plantean una
serie de protocolos educativos que tiene que seguir al pie de la letra. Y el
caso es que, pese a este escaso poder de decisión, es justamente el profesorado
el que tiene en su mano el cambio.
La calidad de la educación está
estrechamente ligada con la calidad de los profesores, y no con la calidad de
los proyectos que se generen fuera. El profesor tiene calidad si tiene
autonomía, si es un intelectual, y toma decisiones de las que será responsable,
y cuya conveniencia evaluará para así comprender y mejorar la situación
educativa.
Teniendo en cuenta que el profesor de
la escuela inclusiva necesita conocer la naturaleza de la cultura que enseña,
ser consciente de lo que significa una escuela inclusiva, ser crítico, reflexivo,
trabajar cooperativamente, ser autónomo y responsable, saber analizar, y en
base a todo esto tomar decisiones, resulta obvio que necesita una formación
reflexiva.
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