lunes, 25 de julio de 2016

Países latinoamericanos que apoyan la estimulación temprana

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
DESARROLLO INFANTIL INTEGRAL DE 0-3 AÑOS

PROFESORA: DORYS ALLEYNE











PAÍSES LATINOAMERICANOS QUE APOYAN LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA









MADELEINE GUILLÉN
C.I. 15.377.071



CARACAS, JULIO 2016






PAÍSES LATINOAMERICANOS QUE APOYAN LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA



     La edad preescolar es aquella etapa del desarrollo que abarca desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años, que en la mayor parte de los sistemas educaciones coincide en términos generales con el ingreso a la escuela, es considerada por muchos como el período más significativo en la formación del individuo, pues en la misma se estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la personalidad, que en las sucesivas etapas del desarrollo se consolidarán y perfeccionarán.

    Esto se debe a múltiples factores, uno de ellos el hecho de que en esta edad las estructuras biofisiológicas, psicológicas están en pleno proceso de formación, maduración, lo que hace particularmente significativa a la estimulación que pueda hacerse sobre dichas estructuras, y por lo tanto, de las cualidades, procesos, funciones físicas, psíquicas que dependen de las mismas. Es quizás el momento de la vida del ser humano, en el cual la estimulación es capaz de ejercer la acción más determinante sobre el desarrollo, precisamente por actuar sobre formaciones que están en franca fase de maduración.

   Durante mucho tiempo se concibió a la educación preescolar fundamentalmente comenzando a partir de los cuatro años, en muchos países solo a partir de esa edad es que se concibieron sistemas de influencias educativas dirigidos a alcanzar determinados logros en el desarrollo de los niños y las niñas. Sin embargo, el acelerado desarrollo de la ciencia psicológica, los avances en el campo biológico y neurológico, fueron demostrando que los primeros años de la vida eran fundamentales para el desarrollo humano, y que empezar a los cuatro años era ya muy tarde.

   Esto fue un proceso lento de múltiples resultados científicos, particularmente, de investigaciones experimentales que fueron arrojando luz sobre las enormes potencialidades de estos primeros años, y fue concientizando en la necesidad de promover, estimular el desarrollo, desde los momentos iniciales de la vida, cuando aún las estructuras biofisiológicas y psíquicas están mucho más inmaduras e inconformadas que a mediados de la etapa preescolar, si bien la misma como tal es un período de formación, maduración y organización de estas estructuras a todo lo largo de su duración como etapa del desarrollo.

    Eventos tan importantes como la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU (1948), la Convención de los Derechos del Niño (1989), la Cumbre en favor de la Infancia (1990), así como numerosos simposios y eventos regionales reconocen la necesidad de que los estados emprendan medias encaminadas a la atención de la infancia.

    En Cuba desde los inicios del triunfo revolucionario se comenzó a trabajar por la estimulación de los niños desde las edades más tempranas, creándose para esto los Círculos Infantiles, instituciones que se ocupan desde los 6 meses de vida hasta los 6 años de la educación de los niños, estos centros por la alta inversión económica que requieren no satisfacen las necesidades de las grandes masas de la población infantil cubana, por lo que fue necesario la creación de un programa que se desarrollara a través de una vía no institucionalizada o no formal de educación, la cual recibe un importante apoyo de la familia en el rol de ejecutor principal y la participación de la comunidad, asesorados y orientados por un personal profesional especializado. La educación preescolar institucionalizada en Cuba cuenta con un programa único de carácter nacional científicamente elaborado en el cual se relaciona el trabajo educativo con la vida social y parte del papel decisivo de la educación y de la enseñanza con respecto al desarrollo, tiene en cuenta las particularidades evolutivas de los niños que se educan en los diferentes grupos etarios y valora el papel fundamental que tiene la actividad en el aprendizaje y el desarrollo psíquico de los niños.
      La disponibilidad y calidad de servicios y programas para garantizar una estimulación temprana en Cuba se inicia desde la atención a las mujeres embarazadas desde las primeras semanas de gestación, con los objetivos de prevenir y detectar posibles problemas con el desarrollo del feto, así como de orientar a la madre en como estimular precozmente a su hijo. Con el nacimiento se inicia la atención postnatal dirigida por el médico de la familia, las instituciones preescolares, el programa “Educa a tu hijo” y toda la red de servicios especializados del país.






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