REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
DESARROLLO INFANTIL INTEGRAL DE 0-3 AÑOS
PROFESORA: DORYS ALLEYNE
PAÍSES LATINOAMERICANOS QUE APOYAN LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA
MADELEINE
GUILLÉN
C.I.
15.377.071
CARACAS, JULIO 2016
PAÍSES LATINOAMERICANOS QUE APOYAN LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA
La edad preescolar es aquella etapa del desarrollo que
abarca desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años, que en la mayor parte de los
sistemas educaciones coincide en términos generales con el ingreso a la
escuela, es considerada por muchos como el período más significativo en la
formación del individuo, pues en la misma se estructuran las bases
fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la
personalidad, que en las sucesivas etapas del desarrollo se consolidarán y
perfeccionarán.
Esto se debe a múltiples factores, uno de ellos el hecho de
que en esta edad las estructuras biofisiológicas, psicológicas están en pleno
proceso de formación, maduración, lo que hace particularmente significativa a
la estimulación que pueda hacerse sobre dichas estructuras, y por lo tanto, de
las cualidades, procesos, funciones físicas, psíquicas que dependen de las
mismas. Es quizás el momento de la vida del ser humano, en el cual la estimulación
es capaz de ejercer la acción más determinante sobre el desarrollo,
precisamente por actuar sobre formaciones que están en franca fase de
maduración.
Durante mucho tiempo se
concibió a la educación preescolar fundamentalmente comenzando a partir de los
cuatro años, en muchos países solo a partir de esa edad es que se concibieron
sistemas de influencias educativas dirigidos a alcanzar determinados logros en
el desarrollo de los niños y las niñas. Sin embargo, el acelerado desarrollo de
la ciencia psicológica, los avances en el campo biológico y neurológico, fueron
demostrando que los primeros años de la vida eran fundamentales para el
desarrollo humano, y que empezar a los cuatro años era ya muy tarde.
Esto fue un proceso lento de múltiples resultados científicos, particularmente, de investigaciones experimentales que fueron arrojando luz sobre las enormes potencialidades de estos primeros años, y fue concientizando en la necesidad de promover, estimular el desarrollo, desde los momentos iniciales de la vida, cuando aún las estructuras biofisiológicas y psíquicas están mucho más inmaduras e inconformadas que a mediados de la etapa preescolar, si bien la misma como tal es un período de formación, maduración y organización de estas estructuras a todo lo largo de su duración como etapa del desarrollo.
Eventos tan importantes como la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU (1948), la Convención de los Derechos del Niño (1989), la Cumbre en favor de la Infancia (1990), así como numerosos simposios y eventos regionales reconocen la necesidad de que los estados emprendan medias encaminadas a la atención de la infancia.
En Cuba desde los inicios
del triunfo revolucionario se comenzó a trabajar por la estimulación de los
niños desde las edades más tempranas, creándose para esto los Círculos
Infantiles, instituciones que se ocupan desde los 6 meses de vida hasta los 6 años
de la educación de los niños, estos centros por la alta inversión económica que
requieren no satisfacen las necesidades de las grandes masas de la población
infantil cubana, por lo que fue necesario la creación de un programa que se
desarrollara a través de una vía no institucionalizada o no formal de
educación, la cual recibe un importante apoyo de la familia en el rol de ejecutor
principal y la participación de la comunidad, asesorados y orientados por un
personal profesional especializado. La educación preescolar institucionalizada
en Cuba cuenta con un programa único de carácter nacional científicamente
elaborado en el cual se relaciona el trabajo educativo con la vida social y
parte del papel decisivo de la educación y de la enseñanza con respecto al
desarrollo, tiene en cuenta las particularidades evolutivas de los niños que se
educan en los diferentes grupos etarios y valora el papel fundamental que tiene
la actividad en el aprendizaje y el desarrollo psíquico de los niños.
La disponibilidad y
calidad de servicios y programas para garantizar una estimulación temprana en
Cuba se inicia desde la atención a las mujeres embarazadas desde las primeras
semanas de gestación, con los objetivos de prevenir y detectar posibles
problemas con el desarrollo del feto, así como de orientar a la madre en como
estimular precozmente a su hijo. Con el nacimiento se inicia la atención
postnatal dirigida por el médico de la familia, las instituciones preescolares,
el programa “Educa a tu hijo” y toda la red de servicios especializados del
país.
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